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¿RESACA? NO, GRACIAS!

En mis tres artículos anteriores en el diario Granada Hoy les hablaba de distintos vinos para las Navidades. Pero, si no hacemos un consumo responsable, las celebraciones suelen venir acompañadas de un molesto compañero de viaje: la “resaca”. ¿Cómo podemos reducir sus efectos?

Cuando se produce una ingesta de alcohol excesiva lo más normal es que amanezcamos con un una serie de efectos nocivos en nuestro organismo, que se manifiestan con fatiga, dolor de cabeza, malestar e incluso vómitos. ¿Qué podemos hacer para evitar o al menos reducir los efectos de la típica “resaca”?. Lo primero es concienciarnos de que hay que beber con moderación y responsabilidad en futuras ocasiones. Pero a lo hecho pecho y lo cierto es que hay algunas bebidas y alimentos muy aconsejables y beneficiosos en el “día de después”.

La “resaca” es consecuencia de la incorrecta eliminación de los alcoholes en nuestro organismo, que sobrepasado por una ingesta excesiva comienza a generar residuos como el metanol, la histamina, el acetaldehído y diversos polifenoles, también llamadas sustancias congéneres. La mayoría del alcohol que ingerimos (etanol) se metaboliza en el hígado y el primer subproducto de ese proceso es el acetaldehído. En general, con una ingesta moderada, rápidamente el hígado lo convierte en otros productos que finalmente se eliminan. Pero si tomamos de más, nuestro pobre hígado no da abasto y empieza a acumular acetaldehído, lo que produce síntomas como sudoración, enrojecimiento de la piel, náuseas y vómitos. Ciertas personas (en particular de origen asiático) metabolizan más lentamente el acetaldehído por una cuestión genética y sufren resacas más severas.

Mitos para hacer pasar los efectos de la resaca

El mito de que la mejor manera de evitar los síntomas es beber más alcohol en la mañana siguiente probablemente tenga su origen en una hipótesis que sostiene que la resaca es el primer estadio de un síndrome de abstinencia. Si esto fuera así, la lógica indicaría que seguir consumiendo alcohol en pequeñas cantidades nos evitaría el malestar. Pero lo cierto es que beber más alcohol al día siguiente podría temporalmente hacernos menos conscientes de los síntomas de la resaca pero no hace nada por resolver los problemas fisiológicos subyacentes y, por supuesto, puede llevar a otra resaca.

Otro posible origen del mito es la intoxicación con metanol. Durante el proceso de obtención de las bebidas alcohólicas, además del etanol, se generan otros compuestos residuales, como el metanol, que también se metaboliza en el hígado, que lo convierte en formaldehído, una sustancia tóxica responsable de algunos de los síntomas de la resaca. Tomar más bebida alcohólica haría que el etanol desplazara al metanol en su metabolización, dando más tiempo a que este último sea eliminado intacto por nuestro organismo (de hecho, una solución estándar a la intoxicación con metanol es la administración intravenosa de una solución de etanol al 10%). Sin embargo, esta aparente solución lo único que hace es retrasar el mal momento, ya que al tomar más bebidas alcohólicas estaríamos nuevamente incorporando metanol a nuestro organismo. Es el cuento de nunca acabar. 

Bebidas que nos pueden ayudar

Empecemos en primer lugar por hidratarnos correctamente y así reduciremos la sensación de malestar y sequedad en la boca. Lo mejor es tomar líquidos, ya sea agua (endulzada con miel es una bebida muy aconsejable), leche, zumos, bebidas isotónicas, etc. Todas ellas nos ayudarán a aliviar el dolor de cabeza y contribuirán a reponer un nivel de hidrataciónadecuado. Mejor tomarlas a pequeños tragos y de forma frecuente, porque de esta forma nuestro cuerpo aceptará mejor los líquidos.

Las frutas y zumos son muy interesantes en el “día de después”, porque además de hidratarnos nos aportan la necesaria dosis de fructosa para aumentar los niveles de azúcar en sangre. El mango, los plátanos, las uvas o la sandía, pueden ayudarnos a eliminar más rápidamente los restos de alcohol.

Otro efecto positivo de tomar frutas es el importante aporte de vitaminas y antioxidantes. El alto contenido en vitamina C y fructuosa del zumo de naranja, por ejemplo, ayudan al hígado a metabolizar el alcohol más eficientemente.

Alimentos que nos pueden ayudar

El consumo de verduras frescas nos aportará nutrientes y vitaminas que nos ayudarán a eliminar toxinas. Por ejemplo, los aminoácidos y minerales de los espárragos pueden ayudan a calmar la “resaca” y contribuyen eficazmente a proteger las células del hígado contra los tóxicos. Por otro lado, su acción diuréticanos permitirá eliminar los residuos de forma más rápida.

Otro buen ejemplo de alimento “anti-resaca” es el tomate. Su jugo (rico en azúcares simples) combate la hipoglucemia (bajada de azúcar) que se produce tras una ingesta excesiva de alcohol, contribuyendo a hidratarnos. Además, el tomate contiene licopeno, un componente con múltiples beneficios, entre ellos el antiinflamatorio.

Los cereales también son unos grandes aliados para los días de “resaca”. El arroz o la pasta ayudarán a equilibrar el nivel de azúcar en sangre y aportarán energía, mientras que la avena nos aportará gran cantidad de nutrientes y gracias a que neutraliza los ácidos del cuerpo y regula los niveles de hierro, calcio y magnesio,nos ayudarán a reducir la fatiga.

Las legumbres, por su parteaportan gran cantidad de minerales y ayudan a que la mucosa intestinal retorne a la normalidad

En cuanto a los pescados, el salmón y el atún se desvelan como otros grandes aliados a la hora de combatir las resacas, teniendo en cuenta que niveles bajos de vitaminas B6 y B12 aumentan los efectos negativos producidos por la ingesta de alcohol. Además el atún tiene sustancias vasodilatadoras que favorecen la eliminación de toxinas.

Pero aún así, la hipótesis de que tomar alcohol quita la resaca es un consejo que sobrevive al tiempo. Y hay dos bebidas en especial que “se aconsejan”, ya vemos que sin ninguna base científica.

Una de ellas es el Bloody Mary, hecho con vodka, zumo de tomate, lima y tabasco al gusto, removido con una ramita de apio. Es uno de los cócteles más famosos del mundo, y acaba de cumplir un siglo de vida.

Que beber cerveza quita la resaca es un mito que sobrevive al tiempo. Que si ayuda a equilibrar el PH, que si tiene propiedades diuréticas, que si es una bebida sana y natural…todo lo que haga falta y lo que se nos ocurra para poder seguir creyéndonos nuestra propia mentira. Pero realmente, ¿cuánto hay de mentira y cuánto de verdad? ¿Tiene algún principio científico la leyenda o simplemente es que nos encanta la cerveza y punto? Los científicos han dejado claro que beber más alcohol nunca es la solución para ninguna resaca, por muy ligera u horrible que sea. Por otra parte, si es cierto que produce cierto efecto placebo o de alivio momentáneo, ya que temporalmente bloqueamos la eliminación del alcohol gracias a la ingesta de más alcohol, pero repetimos, lo importante de esta frase es la palabra “temporal”.

Así que, como se lo pueden imaginar pero nunca tienen fuerza de voluntad para  hacerlo en la barra del bar, el mejor consejo es siempre… MODERACIÓN. Así de fácil, ni remedios milagrosos, ni más alcohol, ni comidas pesadas ni nada por el estilo. La solución es saber decir basta cuando estamos de fiesta y si nos pasamos, nada de quejas ni remordimientos al día siguiente.

Cata de vinos a ciegas: ¿Estás seguro de saber lo que te gusta?

El pasado jueves día 20  tuvo lugar una cata en el Mesón La Alegría de Granada (C/ Moras, 4) que tuve el placer de dirigir. Elegí cinco vinos para que los asistentes pudieran buscar en su memoria olfativa y decidir qué vino entraba más en el estilo  de vino que les gustaba o que ellos creían que les gustaba:  cuatro tempranillos de zonas diferentes de España y un coupage de Monastrell, Syrah y Cabernet Sauvignon que iba de “infiltrado”, como su compañero de bodega. Nada fácil para personas que asistían por primera vez a una cata a ciegas. Tenían, además, que valorar la calidad del color, los aromas, las sensaciones gustativas y táctiles y la impresión que el alcohol les producía en boca.

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Una vez más llenamos la sala. Muchos de los asistentes ya son asiduos a nuestras actividades. Fue una cata muy participativa que terminó con un tapeo en la terraza acompañado de los vinos de la cata, que fueron:

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–          Dinastía de Reyes  Crianza 2011 (Señorío de Barriobero, D.O. Ca. Rioja): un Rioja “de libro”, con toda la tipicidad de la zona. Todos estuvieron de acuerdo en que es el vino en el que pensamos cuando pensamos en un Rioja: fruta, tostados de madera y vainillas muy presentes.

–          Raúl Calvo Crianza 2010 (Bodegas Raúl Calvo, D.O. Ribera del Duero):  un Ribera identificable, prácticamente todo el mundo reconoció el origen, un hecho que habla muy a favor del vino. Mucha fruta y mucha vivacidad, con taninos dulces y buena acidez.

–          Cuvée Joana 2011 (Bodegas Valgal, D.O. Valtiendas): un vino que sorprendió mucho y gratamente. La mayoría no conocían la denominación ni de oídas. Gustó mucho por su frescura y su profundidad y llamó la atención el concepto de vino biodinámico (nada fácil de explicar a neófitos).                         

–          Finca Sobreño 2010 (Bodegas Sobreño, D.O. Toro): muy grato este vino, los 8 meses de barrica es un tiempo de crianza ajustado a su fuerza frutal y tánica. Potente, sabroso y elegante a la vez.                          

–          Tavs Selección 2012 (Hacienda del Carche, D.O. Jumilla): su carácter floral (esas violetas de la Monastrell y del roble húngaro empleado parcialmente en su crianza) marcaron la diferencia. Todos los asistentes estuvieron de acuerdo en que no esperaban algo así de Jumilla. Rompiendo prejuicios.

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¡¡¡OS ESPERAMOS EN LA PRÓXIMA!!!